Tormenta

Lluvia enlatada

no moja la ventana.

Sí mis piernas

sí tu cama.

Lluvia enlatada

destellos y rayos.

Tus dedos en mi cuerpo

haciendo estragos,

tu semen de mi panza

en dos tragos.

Yo soy asi, déjame caer.

Tengo la espada bien arqueada,

el golpe no parece doler. 

Dejáme ser

Me aceleras el corazón, 

me lo batís, 

me miras 

a los ojos para verme 

mareada y sonreímos. 

Tengo miedo, 

el vértigo

se encadenó a mi útero

y pretende quedarse a 

vivir en mí. 

Llévame por ahí. 

Seamos cursis, 

déjame sentir. 

Prometo no bailar, 

te prometo no huir.

Como el tango

Le pregunte como andaba.

Como el tango respondió.

Su voz bailaba al ritmo del 2 x 4,

y sus palabras sonaban a bandoneón.

Me presento al varón,

una noche de verano.

Por suerte jamás

hizo promesas en vano.

Sabía quedarse quieto

cuando tenía que correr.

Último round

Podría besarte 

y masticarte, 

sentir que he vencido. 

Saciar mi sed 

con el júbilo 

de la victoria,
creerme triunfadora 

y envenenarme 

con la verdad.
 

Pase lo que pase este juego siempre ganas.

Me obnubilas 

como si fueras único, 

como si fueras mágico, 

como si fueras vos. 

Yo, me quedo tranquila, 

me mezo serena, 

lloro a mares, 

me creo sirena.

Jugando

Quiero escuchar jazz en tu pecho, 

ponerme nerviosa al tocarte,

que los pasos de tango pongan en jaque mi postura. 

Quiero que me hagas palabra, 

que me inventes como canción. 

Jugar a la felina, 

ponerme en cuatro patas,

temblar como una hoja 

siguiendo el ritmo de quién sabe 

que viejo temor.

a Elvira

Aún duele tu ausencia,
ha sido yerba
de tantas conversaciones.


Brilla todavia la luz
de tu seno maternal
que seca las aguas
de manantiales putrefactos
de sueños vencidos.


Sopla el viento
con olor a acetona
de tu aliento.


Brotan ideas de
tus manos de semillas,
de palabras con sabor
a vuelos ascentrales.


Renace tu sabia
eternamente,
repite imágenes
de sosiego de luz infinita.


Toda tu vida esta aquí.
Rebota graciosamente
por las paredes,
en cada rincón.
Alguna araña se roba
un grito de tu voz.


Todos nosotros reflejamos tu miel.