jueves, agosto 20

Cuándo?

¿Cuándo empieza el principio del final?
Siempre supe cuando me enamoré. Lo supe en una sonrisa, en un abrazo, lo supe. El final en cambio..lo sentí tan anticipado. Dos segundos después de enamorarme empecé a sentir el final. El tiempo en contra, el conejo blanco escapándose de mí.

¿Cuándo comienza el final?

miércoles, agosto 27

La historia que no fue

A un buen amigo, que me incita a eacribir y no a tocarme..

Creo que lo nuestro fue; en pestañazos, en gritos, en historias contadas en las estrellas. Queda la incertidumbre.. las colillas de cigarillo a medio apagar, el olor al latex en el cajon, las filosofias de vida enredadas en las sabanas. Suena como en alaridos de lobos que le ahuyan a la luna sin querer alcanzarla. Falta el viejo en la mecedora contando la historia de dos buenos amigos, con los efectos especiales de las fabulas contadas a las 3 de la mañana en medio de la nada. Con el diablo como complice queda esa historia escrita a media tinta, entre vos y yo.. y todo el amor que no nos hizo.

jueves, octubre 17

se esta pariendo una explosion

El agujero del estómago se abre paso por el diafragma y sube hasta tu pecho y explota la mierda. Llena tus vasos, tu pleura, tus huesos; hasta se mete en tus células. Le hace el amor a tu desoxirribonucleotido y crea nuevas células de mierda. Poco a poco se pare una conchuda más, la hija de puta de turno, la mina que no te besa nunca más en la boca.
Las madres paren nenas, y el dolor, el corazón roto dan a sombra [a luz] en un ambiente con olor a putrefacción a nuevas momias intocables.  La mierda nace de adentro y renace en cada explosión de miocardio. La soledad le da manutención.

domingo, mayo 26

Sin vos..



Violo mis propias ganas las noches de astio. Me tiendo en la cama y abro las piernas, pongo ese espasmo en la cara que suelen llamar sonrisa y me creo la diosa del sexo. Me miro al espejo y pienso en el, en su reflejo, en su voz.

Abuso de mi, de mi cuerpo. Profano mi autorespeto y mi autoestima. Me doy vuelta y esta vez apoyo las manos sobre la pared. Dejo al descubierto mi parte mas vulnerable. Lloro.

Transformo el placer en dolor, siempre fue facil hacerlo al reves. Me doy vuelta me cruzo de piernas, me prendo un cigarro. Me miro a los ojos. Sus ojos estan ahi. Mirandome. El ve toda la ropa que traigo puesta. El ve el dolor. El ve mi parte mas vulnerable mirando mi tristeza bien de frente. Yo no estoy ahi. Yo no me miro. Yo no me busco. El esta vez esta y yo. Yo no soy.

jueves, junio 14

Sin más

Cogeme.


Hoy para mí,
suena a poesía.

martes, mayo 1

Amor en tiempo de redes sociales

El ascensor
era el único
que esperaba ahí,
donde lo había dejado.


El frío abrigaba
las ganas de llorar
que se negaban
a salir
a brillar
por la noche.


Nada rodaba por mí,
nada más que
la idea en mi cabeza
de darme cuenta
que no me seguías. 


Ahí descubrí que
la vida no es twitter
y que repetir
tus frases eran simplemente
hacerte burla.


Lo único que veía
era tu perfil,
seguramente
las ganas de verme
no vagaban por tu ser.


Eran tiempos difíciles
y lo único que quedaba
eran imágenes
y movimientos anidados
en una memoria virtual
que se repetían
como vídeos en
una lista de reproducción interminable,
de tu voz repitiendo
un ritmo pegajoso
cual estribillo de
la canción de verano.


Y ahí estás
pegado a la caja boba
mientras yo
escribo palabras que se persiguen
como queriendo encontrar
el final de esto,
que solo llega a mí.


Al fin y al cabo
todo culmina,
como la felicidad
escondida en cada célula,
como un cáncer que se expandió...


Vos ya no. 
Yo quien sabe.
Ellos seguro no.

martes, diciembre 27

Sudario

Busco espacio en el cenicero
para apagar el pucho
que me quema los labios.
Me invito a sacarme el corpiño
y el maquillaje.


Me tiro en la alfombra,
miro el techo
como si hubiera un cielo.


Prendo otro cigarro,
esta vez lo apago en mí.
Ahora mis entrañas arden.


Tanteo entre las cenizas
el pedazo de labio que perdí.
Me desprendo de la alfombra
y dejo cada pedazo
de ADN
en las cerdas.


Puercas porcinas
se derraman por ahí.
chorrean y gimen
como si fueran a morir.


Prendo un pucho
y miro el techo,
como si el cielo
estuviera ahí.