sábado, diciembre 27

Pequeño trotamundos

Caminaba errante, cada paso parecía ser el ultimo, la caída se aproximaba pero sonreía sin importar el vértigo. Miraba fijamente el mentor de su caminata, una Vaquita de San Antonio le marcaba el camino a seguir. Estiraba sus bracitos intentando alcanzarla como quien persigue un sueño y a pesar de no poder lograrlo la frustración no estaba en sus planes. El único limite era el piso, y una pared quizás.

Ponía rápidamente un piecito adelante del otro y así como si nada su motivación cambio de rumbo y se llamo hamaca. Desecho el proyecto anterior sin titubear, quería sentir la adrenalina de volar, tan solo aspiraba a tocar el sol, como algo muy sencillo y poco efímero. No entendía de obstáculo ni de prohibiciones. Nada malo podía pasa, papá miraba atento que nada le pasara. Además de ser su superhéroe era el que lo ayudaba a estar mas cerca del sol.

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