15 febrero 2004
Está lloviendo
y yo lloro.
Parece que el cielo me comprendiera.
Y sí, fue el mismo que la noche anterior
nos vio abrazados y acariciándonos;
aquellas no fueron unas simples caricias,
dejaron huella en mi piel.
El viento me susurra al oído
que te deje de pensar,
pero no lo escucho,
no lo comprendo.
Estás jugando y duele,
rompiste una promesa;
y aunque la tentación fue enorme
nos tendríamos que haber controlado.
Si pudiera te llevaría conmigo a todas partes,
como un amuleto de la suerte;
nunca te dejaría y me harías feliz.
Ayer te quería hacer el amor
y hoy esa idea no cambió.
Ayer tus manos parecían divertirse,
hoy parece que les duele acariciarme.
Pareces jugar a un juego que no entiendo.
Pareces no entender que siento…
sólo en dos palabras…
TE AMO, más segura que nunca te lo digo.